viernes, 24 de febrero de 2012

Sevillanas del perro del hortelano

Primera

Yo doy un paso adelante
tú das dos pasos atrás.

Tú das dos pasos atrás
yo doy un paso adelante
tú das dos pasos atrás
y cuanto más yo me arrimo
más te quieres separar.

Más te quieres separar
que mi presencia te estorba
pero si te dejo en paz
vienes corriendo a buscarme
y me dices “¿dónde vas?”

Desde detrás de un cristal
no me pidas que te quiera
desde detrás de un cristal
que estoy llamando a tu vida
y no me dejas entrar.




Segunda

Cuando te escribo unos versos
te ríes de mi cantar.

Te ríes de mi cantar
cuando te escribo unos versos
te ríes de mi cantar
pero cuando no te escribo
me preguntas “¿ya no hay más?”

Me preguntas “¿ya no hay más?”
y me miras con ojitos
cuando te explico que yo
no sé escribir por encargo
las cosas del corazón.

Desde detrás de un cristal
no me pidas que te quiera
desde detrás de un cristal
que estoy llamando a tu vida
y no me dejas entrar.






Tercera

No quieres bailar conmigo
delante de los demás.

Delante de los demás
no quieres bailar conmigo
delante de los demás
pero si bailo con otra
te preguntas quién será.

Te preguntas quién será
te arremangas el vestido
más alto al taconear
y me miras de reojo
cuando te vas a cruzar.

Desde detrás de un cristal
no me pidas que te quiera
desde detrás de un cristal
que estoy llamando a tu vida
y no me dejas entrar.





Cuarta

No quieres tenerme cerca
pero tampoco te vas.

Pero tampoco te vas
no quieres tenerme cerca
pero tampoco te vas
ni me coges ni me sueltas
así me vas a matar.

Así me vas a matar
este corazón a medias
o lo incendias o se va
que mi amor, que era una roca,
se lo está comiendo el mar.

Desde detrás de un cristal
no me pidas que te quiera
desde detrás de un cristal
que estoy llamando a tu vida
y no me dejas entrar.

domingo, 12 de febrero de 2012

Río en Lisboa

El verano pasado quería ir a Brasil. El plan era hacer un curso de portugués y conocer Salvador de Bahía, Río y alguna que otra ciudad más. Pregunté precios de vuelos, me informé sobre escuelas, e incluso contacté con couchsurfers locales, pero en el último momento me di cuenta de que no tenía el cuerpo para un gran viaje. Así que me fui con unos amigos a pasar unos días en el Algarve haciendo surf y durmiendo en la playa. A la hora de volver, con tiempo por delante y sin ganas de regresar a Sevilla, le pedí a mis amigos que me dejaran en la estación de autobuses para ir a Lisboa, que no la conocía. No tenía demasiada ropa, ni un sitio donde dormir, ni plan concreto, pero no hizo falta. Tuve suerte y encontré un albergue cerca de Baixo Chiado donde conocí a gente con mucha facilidad. Luego, gracias a couchsurfing, descubrí la parte brasileña de la ciudad, con lo que de alguna manera, el viaje me llevó un poco adonde yo quería originalmente.



Río en Lisboa


La noche es una tómbola de besos de mentira,
las dos orillas tienen su sitio en la ciudad:
hay locales cariocas y una erasmus que tira
los trastos a Cupido con flechas de verdad.

Persigo la belleza con vocación de artista
-casi todo en la vida es cuestión de insistir-
no busco ya una estatua con cuerpo de revista
sino alguien que alimente mis ganas de vivir.

Me asomo desde el puente, dispuesto a averiguar
¿cuánto tengo de samba, cuánto tengo de fado?
Las preguntas sencillas son lo más complicado:
¿dónde termina el Tajo y dónde empieza el mar?

viernes, 10 de febrero de 2012

Protección oficial

Me corresponde un piso en las afueras.
Es una VPO; setenta metros
con tres habitaciones y un trastero.

El banco me concede generoso
todo un cuarto de siglo de hipoteca.

Mientras tanto, mi vida no funciona
como debieran funcionar las vidas:
No me llena del todo mi trabajo
y no tengo mujer, ni una familia
que llevar a la playa los domingos.

Mis amigos casados me idolatran:
"¡Tú eres un alma libre, quién pudiera
superar la treintena en solitario!"

Yo no entiendo muy bien qué es lo que envidian;
tengo un piso de tres habitaciones
con dos juegos de llaves, un trastero
y ninguna razón para habitarlo.

Giupsy

¿Motivo de visita? Respondiste:
Una historia de amor de un par de noches.

No quisiste contarme más detalles
que aclararan tus besos incontables
(tampoco yo indagué).

                               Llegó el domingo
y te llevé sin más al aeropuerto.
¿Su tarjeta de embarque? Muchas gracias.

Ninguno miró atrás a ver si estaba
el otro saludando, ni hubo besos
volando rezagados bajo el arco
detector de metal;

                           nos despedimos
exactamente igual que nos gozamos:
sin hacernos preguntas, sin soñar.

domingo, 5 de febrero de 2012

El testamento del capitán

Fue un honor que pasara por mi entierro
pero era innecesario que llorara,
ya vino el cocodrilo para eso.

No se ofenda, comprendo
qué tiene de egocéntrico su duelo,
sé que asocia mi marcha a despedirse
del fútbol, las meriendas,
las tardes infinitas con amigos...

Dejar esa liturgia de los niños
a cambio de un futuro sin certezas
debe de parecerle tan absurdo
como perder la mano y conformarse
con un trozo de hierro retorcido.

Le contaré un secreto de ultratumba:
Wendy echará de menos ese garfio
mucho más que las torpes caricias de mi zurda.

¡Cuánto nos divertimos recordando
que usted pensaba en ella secuestrada!

No se ponga nervioso, niño grande,
acabará entendiendo,
-hay algo de talento bajo ese gorro verde
de explorador de todas las quimeras-,

acabará entendiendo en cuanto deje
de soñar con orgasmos que le salven
y abra por fin sus ojos de hombre bueno
más allá de esta isla condenada.

Mi querido enemigo,
mi eterna pesadilla preferida,
no existen polvos mágicos que curen
las ganas de volar.

La infancia, señor Pan, dura un suspiro,
Nunca Jamás ha muerto

pero eres joven, Peter,
y estás vivo,

invéntate otro cuento.

sábado, 4 de febrero de 2012

Una linda pareja

Cogidos de la mano
una linda pareja
me impide el paso en esta calle estrecha.

Intento adelantarles por la izquierda
pero, sin darse cuenta de que existo,
se besan y me cierran el camino.

Me acuerdo del parchís,
dos fichas hacen puente
y sólo un seis obliga a retirarlas.

Cuando por fin consigo rebasarles
me giro y les reprocho con el bastón en alto:
"¡Maldita juventud, sed más considerados,
que vuestro amor ocupa toda la puta calle!"

En lugar de enfadarse y responderme
sonríen y me dedican otro beso.

No todo está perdido.

Guardando leña

He creado este blog para subir poesía. Subiré poemas míos y poemas de otros autores que me gusten. Publicar los poemas me obliga a seleccionarlos y cuidarlos, así que me sirve de estímulo. Mi padre siempre dice que, en materia literaria, hay que guardar leña, que ya vendrá el tiempo de encender la hoguera. Este espacio será mi leñera. Gracias por acompañarme.